«¿Malta? No, a África no voy»

el

Nota publicada en Revista Vivo Fútbol de julio

LEODSC02187

Leonardo Incorvaia tiene 25 años y un recorrido muy particular dentro del fútbol. Surgido en las inferiores de Newell’s, jugó 7 años en Ferro donde debutó en el nacional b y ahora está en Sliema Wanderers de la primera del fútbol maltés. En el último torneo llegaron a la final y quedaron a un paso de clasificar a la Europa League.

Leo arrancó jugando en Newell’s, en Malvinas, cuando el club era dirigido por Eduardo López. Estuvo hasta la octava división, justo antes del cambio dirigencial. Con la asunción de Lorente, se restructura todo el fútbol juvenil y queda libre con 15 años. Se confiesa que en ese momento su sueño de jugar profesionalmente estaba caído, pero no desechó la idea de seguir jugando en el barrio, por eso se sumó a las filas de Juan XXIII, para seguir divirtiéndose y despuntar el vicio. Sin embargo y tras un año en el conjunto papal, gente de Alianza Sport lo vio y le dijeron que con dos o tres meses de entrenamiento tendría una posibilidad en Buenos Aires. Así fue que a mediados de 2009 fue junto a Ángel Correa a San Lorenzo de Almagro. Por problemas del libro de pases, sumado a que se encontró en el club de Boedo también con otro cambio dirigencial, optó por retornar al Villero y jugar en la Local, con Carlos Narvaez de DT, que al poco tiempo fue a trabajar a las inferiores de Ferro, le consiguió una prueba y quedó en la 4ta. Allí estuvo 7 años, debutó en la B Nacional y en 2015 estuvo a un paso de ascender a Primera. Luego de seis meses en Barracas Central llegó al fútbol exótico de Malta, que es Europa, no África.
-¿Quiénes fueron tus compañeros en Newell’s?

-Uno fue Juan Vieyra, que llegó a Primera, ahora está en Nacional de Paraguay, es muy amigo mío; después otro, Cristian Battocchio, que de chico se fue al Udinese y ahora está jugando en la segunda de Francia; Cristian Acosta, que está jugando en un Federal A; otro que lo conocí justo cuando me estaba yendo y que él llegaba, fue Guille Ortiz, después alcanzamos a jugar juntos en Alianza y me sigo hablando.

-Tu último paso en Argentina fue Ferro, fuiste de grande y firmaste tu primer contrato profesional.
-Sí, estaba comprometido con el tema de la edad, era difícil para firmar un contrato, se me hizo muy difícil todo, tuve operación de rodilla (menisco y cartílago) que me llevó 4 meses y hasta el día de hoy me sigue pasando factura. Pude pasar muchas cosas y después me salvó el Tata Brown fue el que agarró a Ferro en Primera y fue el que me subió y me hicieron contrato porque él tuvo mucho que ver.

-Tu experiencia en el Nacional B:

-Debuté el 27 de marzo del 2014 por Copa Argentina. Me hizo debutar la dupla Luis Medero-Claudio Marini. Tuve una seguidilla de partidos importantes y me pude mantener.

-Referentes que te tocaron como compañeros.

-Muchos, Tuzzio, Satanás Páez, Desvaux, Berza.

-Y de chico, ¿cómo quién querías ser a o quién mirabas?

-En Newell’s recuerdo que lo miraba mucho a Spolli, me gustaba mucho como jugaba.

-En Ferro pudiste jugar varios partidos, ¿de ahí empezaste hacer la recorrida por el mundo, hubo algo antes o cuándo se da ese salto a Europa?

-No, el salto se dio, yo de Ferro tuve un paso por Barracas Central que nadie lo recuerda porque no jugué ni un partido. Pareció un pase fantasma de seis meses. En junio del año pasado el Presidente en ese entonces, el Chiqui Tapia, que ahora es de AFA, me pidió, llegaron a un acuerdo para que vaya libre a Barracas y firmo contrato por un año. El técnico de turno era Fabián Nardoza y yo sinceramente con el cuerpo técnico nunca tuve ningún inconveniente, con él se ve que sí, algo pasó. No estuve en ningún partido ni siquiera en el banco de suplentes. Perdí seis meses importantes porque llegó diciembre y no me quería nadie en Argentina o los clubes que me querían eran de inferior categoría o para mantenerme en la B Metropolitana y el sueldo era mucho más bajo de lo que estaba ganando. Estaba comprometido, el técnico seguía en su puesto de trabajo, me quedaban seis meses de contrato, Chiqui Tapia me quería, pero decidía el técnico obviamente. No encontraba nada y me apareció una oportunidad de Malta.

-¿Lo primero que se te cruzó cuando te dijeron lo de irte a Malta?

-Apenas me dijeron de Malta yo dije ‘a África no voy’. Y el representante que me llamó me dice, ‘no, no es África, es Europa, es el Sur de Italia’. Y medio que ahí me convenció un poco y tomé una decisión. Primero con dudas porque yo soy chico, tengo 24 años y es cómo que pensé muchas cosas… Mi idea de irme afuera siempre la tuve pero siempre fue más adelante. Además de todo eso no era seductor por el hecho de que era un contrato sólo por cuatro meses, era una prueba. Yo quizás no tenía la suerte de jugar, ya viniendo de seis meses sin hacerlo, ahí sí que después iba a ser casi imposible conseguir club de nuevo y más todavía viniendo de Malta. El club donde iba era para pelear el puesto, es un club de Primera División, claramente no es como la Primera División argentina pero es más competitivo que una B Nacional pienso yo. Hay equipos muy buenos, te ven muchos allá y era lindo. Como veía que en Barracas Central seguía igual con el técnico, hablé con el Chiqui Tapia y dijimos que lo mejor era irme y jugármela. Me la jugué como casi siempre me la jugué, me fui para allá y la verdad que me sorprendí mucho.

-¿Cómo te manejaste con el tema de los representantes, cómo se contactaron con vos de allá?, ¿por videos?

-Sí por videos. Yo en el último tiempo me estuve manejando solo y siempre que me llamaban los representantes les dije lo mismo, ‘que a mí el que me consiga un club, yo iba a firmarle una autorización, pero representación no’. Estaba esperando que llegue algo así. Me llegó la propuesta esta y fue a través del video que yo tenía de Ferro.

plantel Sliema

-Allá ibas como una alternativa, ¿cómo te ganas el puesto?

-Sí, una alternativa. Viajo un viernes, llego un domingo me acuerdo, en Malta era un 26 de enero y la fecha se jugaba el próximo sábado. No se entrenaba porque habían jugado ese domingo, habían perdido. El martes entrenamos y ya el técnico que jugó mucho tiempo en Italia, jugó en mi posición, me puso de titular ahí mismo. Se la jugó conmigo, me enseñó muchas cosas de cómo se juega el fútbol en Europa, me sirvió y ahí arranque el primer partido jugando, empatamos 1-1 contra Pembroke, jugué todos los partidos. Se dio que tuvimos una racha de 12 partidos sin perder en el campeonato y llegamos a la final que fue muy importante, que si la hubiésemos ganado, entrabamos a la historia del club porque hacía mucho que no llegaba y jugar más que nada una preliminar de una Europa League, que no la jugaban hace rato. Lamentablemente se perdió.

-¿Cómo es la vida en Malta?, ¿el idioma?, ¿la relación con la gente?, ¿te fuiste sólo?, ¿cómo fue tu vida social en estos meses?

-Me fui solo y se me hizo muy difícil, porque yo de p… sé hablar español, allá se habla maltés, que es muy difícil, es una mezcla de árabe con inglés y francés, y el segundo idioma es el inglés. Yo pensé que por la cercanía a Italia iban hablar italiano y no. Era inglés y no sé inglés, se me hizo muy difícil, así que me manejaba con un traductor que tenía el plantel en los entrenamientos. Después fui aprendiendo italiano, mi familia materna vive en Italia, la fui a visitar y aprendí y con eso me manejaba más o menos con el técnico. Después Malta es una isla que en invierno hay 700.000 habitantes, muy poca gente, pero en verano llega 2.500.000 porque es muy turística. Tienen el Mar Mediterráneo y en cualquier orilla tienen playas que son fabulosas.

-¿Compartías momentos con otros argentinos?

-En Malta no había muchos argentinos, aproximadamente somos 10 jugadores argentinos (Maxi Velazco –jugó en Newell’s-, Sebastián Nayar y Enzo Ruíz –ambos jugaron en Boca-, Nicolás Chiessa, Miguel Alba -jugó en Chacarita y Douglas Haig-). Con ellos nos juntábamos por lo menos una vez por semana o cada quince días a comer un asado a vivir un poco lo que era Argentina porque si no nos moríamos. Más que nada porque estábamos todos solos. Ellos tenían mujer pero por cuestión de pasaportes y que tenían los hijos chicos no habían viajado y yo estaba sólo también.

-¿Vos tenés el pasaporte comunitario u ocupabas el cupo de extranjero?

-Yo tengo pasaporte comunitario pero en Malta no es válido, solamente tenés que ser maltés, puede haber muchos extranjeros, no importa, pero en cancha sólo pueden haber 7 extranjeros. El tema de mi pasaporte es bueno tenerlo porque estoy en Europa y por ahí miran de otros países.

-Ahora tenés que volver.

-Sí, el club decidió que me quieren renovar por un año más. La verdad que apenas había ido, yo firmaba un año y medio que era lo que más quería. Ahora me llegó esta propuesta que es linda, interesante. Pero a su vez estoy esperando si sale algo mejor. Acá en Argentina no quiero jugar nuevamente, si es un club de Primera obviamente que sí, pero B Nacional u otra categoría y otra vez pasar todo eso no tengo ganas, prefiero quedarme allá. En su momento apareció algo de Polonia, de Italia, no fue nada concreto pero hay que esperar porque las negociaciones se empiezan abrir ahora a partir de mediados de junio.

-¿Cuándo vos te vas de Newell’s por todo el cambio institucional, que tenías que volver hacer una prueba y te vas, decías que no querías ser jugador profesional, ¿qué pensabas hacer?

-Yo tenía 15 años, el problema que a mí me dejan libre, en una edad que uno es chico y tiene un sueño que es jugar profesionalmente al fútbol. De grande te pones a pensar y es imposible que lleguemos los 40 que éramos ’92, pero los 40 estábamos ilusionados y no era la manera de cómo me trataron en ese momento la gente de Newell’s, no fue un buen trato. Teniendo 15 años psicológicamente me dañaron mucho, más que nada porque no fue ‘no te voy a tener en cuenta’, sino que fue ‘anda a buscarte otro club, que no acá no vas a jugar’, y a un chico no se le habla así. Yo ya lo supere, pero en su momento la pasé muy mal. Y mi idea no era jugar al fútbol, mi idea era jugar para divertirme y no profesionalmente.

-Pensabas quizás otra profesión, otro oficio, la típica pregunta, ¿qué serías si no fueras futbolista?

-Iba a tener que estudiar algo, la verdad que no me gustaba nada pero estaba por arrancar Ingeniería, no sé si la hubiese terminado. Igual me gusta mucho estar en contacto con los chicos, hice el curso de técnico infantil de fútbol. Ojala que cuando termine con esto me gustaría hacer algo relacionado a eso.

-Eran 40 en Newell’s y no todos llegaron, pero no todos llegaron porque quizás no conocen este tipo de posibilidades, de abrirse a unos nuevos mercados que hay hoy en día en el fútbol, la mayoría por ahí se cierra que si no es en Argentina, ya sea en Primera o categorías del ascenso, no puede ser. Para vivir del fútbol tenés que tener las condiciones, obviamente, y la perseverancia para seguir entrenando y perfeccionándose, ¿cómo lo tomas vos a eso?

-Sí, todo lo que estás diciendo y no solamente jugar al fútbol son las condiciones técnicas, hay muchas cosas, a mí me pasó sinceramente que cuando llegué a Ferro mi llegada no era de lo mejor, técnicamente no estaba bien, ni físicamente, era pura ganas y sacrificio y estar siempre predispuesto a querer mejorar. En esa edad es difícil encontrar un chico de 15/16 años a querer estar predispuesto a todo, al sacrificio, a que le den golpes y que siga. Y yo me sentía más fuerte en ese momento que ahora. Me sorprendo de las cosas que hice, hasta mis amigos que tuve en ese momento en Newell’s, a algunos le dijeron que no los iban a tener en cuenta y dejaron todo, y al día de hoy dicen ‘que boludo fui’. La constancia, el sacrificio, dejar muchas cosas, a la larga siempre traen un beneficio o una recompensa. No bajar los brazos es muy bueno.

-Y tener esa cuota de suerte, o estar en el momento indicado que te vea una persona, que alguien mire tu video…

-Sí, eso siempre, a mí me pasó en Ferro, que estaba a tres meses de no firmar el contrato y de volverme a Rosario y los dirigentes no me querían. Ya estaba, era venir a Rosario y ni saber si iba a seguir jugando al fútbol porque no era venir siendo jugador profesional, sino amateur, y tuve la suerte que justo aparece el Tata Brown que me dice ‘vení, vení a entrenar conmigo’ y ahí me terminan haciendo el contrato. Si no fuese por él, quizás estuviese acá ahora.

-Y para hablar del Chiqui Tapia, que lo conociste en la intimidad, ¿cómo lo definís, se hablan tantas cosas de él, que quizás es un sindicalista que no sabe de fútbol, cuál fue tu trato con el hoy Presidente del Fútbol Argentino?

-Yo hasta fui a la casa, tengo muy buena relación, con los hijos soy amigos. La verdad sacando la amistad, lo único que tengo para decir es una persona conmigo, o por lo menos con las personas que yo conocí, fabulosa. Siempre cumplió con todo lo que dijo. Quizás lo tienen por la apariencia cómo una persona extraña. Arrancó de abajo y conoce lo que es lucharla. Ayuda mucho. Para mí lo tiene bien merecido al puesto de Presidente de AFA. Va a levantar el fútbol argentino, no tengo dudas porque es un persona que es muy viva, muy inteligente y sentarte con él enfrente te transmite algo que no me lo transmitió ninguna persona, es un poder que te intimida sinceramente, y te achica. Por algo es el Presidente de AFA y por algo todos lo eligieron y tiene la capacidad para llevarlo.

DSC02190

-¿Vos sos hincha de?

-En su momento cuando era chico era hincha de Newell’s, después perdí el fanatismo obviamente. Ahora soy hincha del fútbol puede decirse, y soy hincha del club que me da de comer. Jugué 7 años en Ferro y es como que me enamoró mucho el club, es muy social, yo vivía ahí, me crie en el club. Tengo mucha gente que quiero y puede decirse que también soy hincha de Ferro. Lo sigo a Ferro, y es más, tengo un sueño que es volver, no tengo dudas más adelante y la gente me lo hace saber también, es muy bueno y quizás algún día retirarme ahí.

Instagram: https://www.instagram.com/vivofutbolok/
Twitter: https://twitter.com/VivoFutbolOK
Facebook: https://www.facebook.com/VivoFutbolOk
YouTube: https://www.youtube.com/channel/UCZfp0k83JCa4KyFQGVwx1sA

Deja un comentario